Al poco de iniciarse el curso, el primer sábado de octubre, casi como pistoletazo de salida de las actividades del colegio, tuvimos el Día de la Familia.

Pretende ser un día donde la conformación de la Comunidad brinde un sello especial a nuestro colegio.
¡Queremos ser comunidad, queremos ser familia!

El día empezó con la celebración de la Misa en el salón de actos: poner a todas las familias del colegio, especialmente a las que se incorporan este curso, en los brazos de Dios y agradecer el nuevo curso que recién arranca.
Después de la misa, la mesa… ricas paellas y demás manjares. El ya tradicional bingo organizado por Bona, el castillo hinchable, la mesa larga que acoge y mezcla a todos: padres de infantil, secundaria, primaria, alumnos, profes, Agustinos… 
Cabe destacar el arduo trabajo que llevan a cabo las madres catequistas de Pastoral… previendo lo necesario, ajustando el presupuesto de la comida y bebida, organizando, limpiando… hay cosas que no se ven pero que son fundamentales para que el resto podamos disfrutar.

Como siempre, la enorme «Tarta de las Familias», endulzó los paladares y aunque, fuese enorme, “voló” en cuestión de minutos.

En definitiva, un día que evidenció la realidad y fuerza del lema del curso: En familia, ¡Cristo vive!