Grupos Tagaste
Una semana más, por fin, llega el viernes.
Son las 17:15 y monitores y niños empezamos a llegar al colegio, la familia vuelve a juntarse, entre besos, abrazos, risas… después de toda la semana volvemos a vernos.
Es difícil explicarle a quién no lo ha vivido desde dentro, que esto no son unos simples grupos de catequesis, que esto va mucho más allá. Hablar de Tagaste es hablar de familia, y como tal, compartimos muchísimos momentos, alguno amargo pero la inmensa mayoría muy felices.

Entre nuestros mejores momentos tenemos las convivencias, los días temáticos, las reflexiones profundas o incluso organizamos una gala benéfica, sí, la Gala Tagaste, en la que después de una gran iniciativa y muchísimas horas de esfuerzo y trabajo, conseguimos recaudar más de 11.000€ para una buena causa como es la lucha contra la leucemia. Y es que estas cosas son las que nos unen y nos convierten en la familia que somos.
Pero como mencionaba anteriormente, también vivimos algunos momentos amargos. Este año debido a la epidemia del Covid-19, hemos tenido que quedarnos en casa y eso nos ha impedido juntarnos y tener actividades como el «Día Tagaste», teniendo que colgar así nuestros disfraces en el armario con los últimos retoques por dar y dejando atrás el trabajo realizado.
Obviamente, esta epidemia no puede con esta gran familia, y por supuesto no nos ha impedido seguir en contacto. Son muchas las fotos, los mensajes, las cartas, las videollamadas y las palabras bonitas que tenemos la oportunidad de dedicarnos.
Y así seguiremos, juntos, buscando la forma de que cuando volvamos, porque volveremos, sea más fuertes, con más ganas de disfrutar y sobretodo más unidos que nunca.
Esta fue una de las iniciativas de los monitores no solo de nuestro colegio, sino de los demás colegios y parroquias agustinianas de toda España.
Así que me despido, dando las gracias a todos los que formamos TAGASTE. Gracias a los Agustinos por permitirnos formar esto.
Gracias a los padres por traer a sus hijos a compartir con nosotros.
Gracias a los niños por querer crecer y llevar este espíritu Tagaste allá donde vayan.
Gracias a los monitores por poner su granito de arena y hacer que juntos cumplamos este sueño.
Y sobretodo gracias a Dios, por darnos el don de la fe y por permitirnos convertirla en el nexo de unión de esta gran familia Agustina.